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Al comprar un colchón, seguro que te has preguntado por qué los colchones son tan costosos. Y es que parece ilógico que un producto que no exige demasiada tecnología implicada en su fabricación resulte tan caro.
Pero descuida, no le des más vueltas a la cabeza que aquí te daremos respuestas a ese gran interrogante. Continúa con la lectura y descubrirás por qué los colchones son productos tan costosos.
Razones por las que los colchones son tan costosos
Duración
Una de las razones más evidentes por las que los colchones son ciertamente caros, es por la duración de vida útil que tienen. Los colchones más baratos, por ejemplo, pueden durar un rango medio de 5 a 7 años. Por otro lado, los de mayor categoría, llegan hasta los 10 o 15 años.
El tiempo de vida útil en un producto es, sin duda, un factor muy importante. Esto le aporta valor y te da la satisfacción, como comprador, de que podrás usar ese producto durante determinado tiempo.
Materiales y fabricación
Otra de las razones es que, la mayoría de los colchones de alta gama, están fabricados con materiales y procesos que suelen ser muy caros. Basta decir que estos colchones llevan alojadas bobinas de acero, que son básicamente alambres enrollados alrededor de un molde.
En este punto hay que profundizar a fin de justificar esta razón. Para adquirir la forma que tienen dichas bobinas, es necesario realizar un proceso de solidificación de las mismas. Hay dos maneras, siendo la descarga eléctrica el método más rápido y económico.
Al fabricarlas a partir de la técnica más barata, se consiguen resortes rígidos, que solo se usan en colchones de baja calidad. En los colchones de mayor coste, las bobinas se moldean en un horno, lo cual hace que el proceso tarde más y el resultado sea más flexible y duradero.
Densidad de la espuma
No es sorpresa que esta sea una de las razones por las que un colchón puede llegar a ser tan costoso. Y es que la densidad de la espuma de poliuretano supone un elemento bastante importante dentro de la estructura de este producto.
Los colchones de gran calidad se hacen con espumas densas, que le proporcionan soporte y durabilidad al producto.
Esto alarga aún más el tiempo de vida y garantiza, por mucho tiempo, la comodidad mientras duermes sin importar que hayan pasado más de tres años desde su compra.
Calidad de su tela
Incluso la tela que cubre a los colchones llega a ser un factor determinante en el precio. Los más baratos, suelen utilizar poliéster y otras telas igual de sintéticas que no son transpirables.
Al dormir con estos, siempre tendrás una sensación muy cálida y pegajosa, algo indeseable en temporadas calurosas.
Por eso, las marcas de alta gama son lo mejor, ya que suelen utilizar telas más suaves, como la cachemira, que permiten un correcto transpirado y proporcionan una temperatura adecuada al cuerpo.
En general, los colchones tienden a ser costosos porque albergan en su fabricación un buen número de materiales que sí o sí, deben ser de gran calidad.
Los colchones de menor calidad no dejan de tener un alto valor, por lo que siempre es recomendable optar por los colchones que te ofrecen un mayor número de beneficios, aunque sean mucho más costosos.
A largo plazo, verás que resulta inteligente comprar un colchón de gama alta, que te durará hasta más de 15 años, en vez de uno más barato, llegando tan solo a los 6 o 7 años de vida útil.
La importancia de comprar un buen colchón
Siempre que compres un colchón, debes de pensar con detenimiento si el precio del mismo es acorde con lo que ofrece. Coloca por delante la calidad, sobre todo, viendo las características de durabilidad y confort. Porque comprar un colchón es algo importante, y mucho más si se trata de un buen colchón.
No dejes de lado también que, un buen colchón, es aquel que te aportará beneficios a la salud. Debe darte un descanso ameno, y que su suavidad haga que te duermas apenas te acuestes sobre su superficie. Es indispensable que no te cause dolores de espalda ni de cuello, y que te permita despertar con energía y buen humor.
Debes tener en cuenta que, como seres humanos, pasamos gran parte de nuestra vida durmiendo. Es una necesidad básica y no puede satisfacerse de la peor manera. Recuerda que un mal descanso puede provocarte cansancio, mal humor y apatía, sin mencionar los problemas de salud que supone un pésimo sueño.
Elige siempre aquellos colchones que de verdad se preocupen por tu salud, por tu confort, así como por tu calidad de vida. Si quieres dormir a gusto, prioriza la compra de un buen colchón, comprobando al detalle su calidad, y no la de cualquiera que encuentres a simple vista.
¡Que no se te ocurra comprar un colchón barato!
Ya te lo hemos dicho: no te vayas a lo primero que encuentres, ¡y mucho menos si es un colchón barato! El peor pecado que puedes cometer como comprador, es hacerte con un colchón de baja calidad. Esto, a la larga, te supondrá mayores gastos, ya que tendrás que comprar un nuevo colchón al poco tiempo.
Su vida útil es pésima, comparada con los de mayor gama. Deberás cambiar de colchón en menor plazo, y esto significa que gastarás lo mismo, o mucho más de lo que hubieses gastado al comprar un colchón de mejor calidad.
Ni hablar de la transpiración, que es casi nula. El calor de verano se intensificará si tienes un colchón barato. Y el confort desaparece bastante rápido, puesto que sus materiales no soportan tan bien el paso del tiempo y el uso constante.
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